miércoles, 7 de noviembre de 2012

Ansiedad


 La ansiedad

Me miro en el espejo y no me reconozco..golpeo un par de veces sobre el cristal para cerciorarme de que aquel reflejo, desaliñado, de ojos tristes y marcas en la cara soy yo. En cuanto caigo en la cuenta que no se trata de ninguna ilusión, me quedo unos instantes en shock y finalmente rompo a llorar, aprovechando que estoy sola en casa. Ese nudo inaguantable que día tras día ha ido creciendo en el interior ya me dificultaba incluso la respiración, así que me desabrocho dos botones del cuello de la camisa para ver si de ese modo puede entrar algo de oxigeno extra, pero es imposible.
¿Como he llegado a este extremo? Me pregunto mientras siento la salobridad sobre mis labios, entrecortados por el frío y por el descuido que he impuesto sobre mi, fruto de algún extraño castigo que parece, que sin merecerlo, haya preferido inconscientemente formularme.
¿Donde quedó esa ilusión del día a día  de despertar y desperezarme sintiendo que ese día iba a ser diferente, que algo me haría sonreír? Ahora solo me salen falsas sonrisas, amargas e incomprensibles que ni yo misma puedo creerme mientras escucho en mi cabeza todo tipo de recriminaciones que ni yo misma pensaba que podría soportar.
Me siento sobre la taza del váter y oculto mi rostro tras mis manos que se dan prisa en secar esas lagrimas que me abrasan la piel, mientras el sollozo se hace más notorio aunque trate de reprimirlo. 
"No..no puedes seguir así, no te lo mereces, haces todo lo que puedes.. "sonrío al momento al recordar los ánimos de aquellos amigos que tengo a mi lado y que me recuerdan que no estoy sola "Me duele verte así  que alguien pueda hacerte daño hasta ese extremo" aunque rápidamente la sonrisa se vuelve amarga y un nuevo sollozo la borra, notando como la ansiedad vuelve a florecer, dejando de respirar por unos segundos que casi parecen horas.
Duele...Duele...Duele....

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