Lucrecia decidió tomarse, por una vez
en la vida y con todo el atrevimiento, ese café absolutamente sola y
bajo el influjo de miradas ajenas que imaginaban todo tipo de hipótesis acerca de su decisión.
Ella tan solo sonreía maravillada,
disfrutando del aroma que emanaba de la taza algo desportillada y del
sonido de la cucharita al chocar contra las paredes porcelanosas,
como un suave tintineo fácilmente comparable al de las campanas. En
ese momento su menté voló tiempo atrás, a su infancia, donde se
encontró ante la iglesia de su pueblo, con los ojos cerrados,
disfrutando de esa misma melodía con algo más de intensidad, e
inconscientemente trató de reproducir con la cucharita la misma
tonada.
Hoy día disfrutar tan solo es de
privilegiados, de aquellos que tienen el tiempo y los recursos para
poder hacerlo, el resto se dejan flagelar por los látigos de las
mentes capitalistas que les llenan la cabeza de pajaritos,
convenciendoles que con trabajo todo se consigue... pero nadie cuenta
que puedes morir en el intento.
Lucrecia era valiente, lanzada e
impulsiva, debía serlo si quería vivir en esta sociedad, marcada por
el miedo y las amenazas, como también era victima del capitalismo,
una hormiguita más a la que intentaban convencer que el sentido de
la vida era vivir para trabajar. Pero hoy el mundo le dio un respiro y las agujas del reloj biológico que marcaba su rutina se pararon a las 18.30, hora en que decidió que no podía seguir siendo la niña que había sido hasta ahora, creyente y fiel a las normas, en ese momento su conciencia le dijo que estas existían para poder romperse ¿donde quedó entonces el angelito? En
realidad no le importaba, en ese momento absolutamente nada le
importaba, tan solo seguir el tintineo de la cucharilla removiendo el
café a medio tomar.
Fuera
de esa cafeteria el mundo seguia como siempre, bocinas
ensordecedoras, las sirenas de la policia y las ambulancias pasando
entre el bullicio de los coches...aunque en un rincón de ese
planeta, más cerca que lejos, habia otra persona, con los mismos
pensamientos antisistemicos y las mismas ganas de cambiar el mundo.